Preludio
Dando continuidad al tema de la
semana pasada, en donde comenté que abordaría la disciplina en los hijos, como
hacer para que no sean tan caprichosos, berrinchudos,
etc. Pero inicié con los padres para
tener un antecedente y haciendo mención a cosas si bien son ciertas muy
generales, también son de las cosas más comunes que nos encontramos muchos
psicólogos en los consultorios. Ahora, toca el momento para los hijos. ¡Vamos
pues!
Despegue
Si de disciplina vamos a hablar, hay
que considerar estos puntos para comenzar a manejar de una buena manera la
situación cuando los niños se ponen difíciles y les da por ser caprichosos o berrinchudos como se acostumbra a decir
por acá.
1.- ¡Nunca lo reprendas cuando
estés enojado! Este error, la mayoría de la gente lo cometemos y regañamos
a los niños cuando hemos perdido la calma, de esta manera, lo único que sucede
es que decimos palabras o cometemos actos que en lugar de dejar un aprendizaje
en los niños de que no es lo que deben de hacer, lo único que les deja es ver a
papá enojado y gritando, mientras que a muchos papás, les deja un sentimiento
de culpa. Así que antes de regañar a tu hijo, ¡Mantén la calma!
2.- Los golpes, ¿son válidos?
A pesar de que es un tema muy controversial, dado que hay excelentes argumentos
para no dar golpes, y argumentos que mencionan que los golpes pueden ser de
gran ayuda. Por la extensión del tema lo que les puedo decir que si van a dar
de nalgadas o manazos o manotazos a los niños, sean pocos, y como último
recurso. Estamos de acuerdo que no se trata de dejar a los hijos como santo cristo pero utilícenlo como
último, último, último recurso. Recuerden que les estamos enseñando a los niños
que las cosas se resuelven hablando o golpeando.