Preludio
En la actualidad hay una gran
tendencia de parte de muchas personas a cuidar su cuerpo, llevar una vida saludable, una dieta equilibrada y
rutina de ejercicio, aunque también hay que mencionar que cada día hay más personas
a las cuales no les gusta su cuerpo. Se paran frente al espejo y no les gusta
lo que ven reflejado, algunos, pueden confundirlo con problemas de autoestima,
aunque también puede ser el trastorno dismórfico corporal y que también se le
conoce como dismorfofobia, que se entendería como miedo a ser feo.
Despegue
No hay que confundir, hay
personas que les gusta verse y sentirse bien, pero también hay otras personas a
las que verdaderamente les disgusta cierta parte de su cuerpo, o bien todo su
cuerpo. Este tipo de trastorno puede pasar desapercibido para la persona,
cuando vive y se desenvuelve en un contexto en donde son muy comunes las
operaciones quirúrgicas con motivos estéticos, en donde hay un excesivo cuidado
de la piel, el cabello, la talla, el peso, etc.
Recuerden que todos los excesos
pueden desencadenar en problemas emocionales, y si hablamos de esta cultura de belleza que se vive en estos
momentos, puede generar en alguno de nosotros esta preocupación excesiva que
nos puede llevar a obsesionarnos por nuestra imagen, nuestro cuerpo y buscar de
esta manera obsesiva, formas para mejorarlo, para perfeccionarlo. Cómo seres
humanos que somos, estamos muy vulnerables a las tendencias de la moda, los
bombardeos publicitarios que los medios de comunicación masiva se encargan de
distribuirlos.
Es cierto que este trastorno se
puede desencadenar si la persona sufrió de burlas, fue presa de groserías o de
algún tipo de agresión por parte de las personas con las que convivía y si le
aunamos que esta persona tenga problemas de autoestima, pues se puede ver más
vulnerable