Preludio
Y para concluir con esta serie de "Época de cerrar ciclos" hemos llegado al ciclo más importante y por eso lo he dejado hasta el final; el ciclo Personal.
Es cierto que es un tema muy recurrente, pero si algo tengo bien claro es que si las cosas se dicen, es por algo.
Despliegue
Cerrar ciclos en el plano persona es de las cosas que cuestan más trabajo que ninguna otra. Lo importante aquí es tomar consciencia de las cosas que debemos de ir cerrando.
La pregunta obligada pero sobre todo es la respuesta ¿porqué debo de ir cerrando ciclos? La respuesta es la más sencilla, imaginate que traes una mochila y que ahí vas almacenando personas, experiencias, conocimientos, emociones, tanto positivas como negativas. Personas que fueron positivas en tu vida, que te hicieron ver cosas que tal vez ni habías percibido, e incluso personas que te hicieron vivir y sentir emociones que no lo habías hecho con nadie más. Aunque también han existido personas negativas en la vida. Personas que influyen para que te sientas mal, por las que has llorado, o ha disminuido tu autoestima. Ambas personas, positivas y negativas han generado en ti sentimientos que también se han venido acumulando, pero que ya son tantos que la carga se ha hecho pesada. Una carga nada fácil de llevar. Por eso precisamente, es hora de cerrar ciclos. De vaciar la mochila de todo lo nocivo, lo negativo que no permite que entren más cosas, aunque también es necesario vaciar la mochila de lo positivo, pues son como las fotos, es necesario guardarlas en algún lugar de nuestro ser -en la memoria y en el corazón- y recurrir a ellos cuando los necesites.