Preludio
En la actualidad hay una gran
tendencia de parte de muchas personas a cuidar su cuerpo, llevar una vida saludable, una dieta equilibrada y
rutina de ejercicio, aunque también hay que mencionar que cada día hay más personas
a las cuales no les gusta su cuerpo. Se paran frente al espejo y no les gusta
lo que ven reflejado, algunos, pueden confundirlo con problemas de autoestima,
aunque también puede ser el trastorno dismórfico corporal y que también se le
conoce como dismorfofobia, que se entendería como miedo a ser feo.
Despegue
No hay que confundir, hay
personas que les gusta verse y sentirse bien, pero también hay otras personas a
las que verdaderamente les disgusta cierta parte de su cuerpo, o bien todo su
cuerpo. Este tipo de trastorno puede pasar desapercibido para la persona,
cuando vive y se desenvuelve en un contexto en donde son muy comunes las
operaciones quirúrgicas con motivos estéticos, en donde hay un excesivo cuidado
de la piel, el cabello, la talla, el peso, etc.
Recuerden que todos los excesos
pueden desencadenar en problemas emocionales, y si hablamos de esta cultura de belleza que se vive en estos
momentos, puede generar en alguno de nosotros esta preocupación excesiva que
nos puede llevar a obsesionarnos por nuestra imagen, nuestro cuerpo y buscar de
esta manera obsesiva, formas para mejorarlo, para perfeccionarlo. Cómo seres
humanos que somos, estamos muy vulnerables a las tendencias de la moda, los
bombardeos publicitarios que los medios de comunicación masiva se encargan de
distribuirlos.
Es cierto que este trastorno se
puede desencadenar si la persona sufrió de burlas, fue presa de groserías o de
algún tipo de agresión por parte de las personas con las que convivía y si le
aunamos que esta persona tenga problemas de autoestima, pues se puede ver más
vulnerable
Algunas manifestaciones de este
tipo de trastorno son las siguientes:
·
Pensamientos
obsesivos acerca de los defectos percibidos.
·
Ideas
y creencias delirantes relacionadas con los defectos percibidos.
·
Aislamiento social y familiar.
·
Ideación suicida.
·
Ansiedad;
posibles ataques de pánico.
·
Baja autoestima;
pobre autoconcepto y autoimagen.
·
Comparaciones
obsesivas con los demás.
·
Sentimientos
de temor y aversión en ambientes sociales pensando e imaginando que otros notan
y se burlan de sus defectos percibidos.
·
Sentimientos
intensos de vergüenza y bochorno.
·
Sentimientos
de inferioridad e inadecuación.
·
Conductas de
dependencia o seguridad: dependen de la compañía de un compañero, amigo o
familiar.
·
Disminución
del rendimiento académico (problemas para mantener las calificaciones
habituales, problemas de asistencia a la universidad o escuela).
·
Problemas
para iniciar, establecer y mantener relaciones significativas
·
Problemas
matrimoniales o de pareja.
·
Comportamientos
repetitivos ritualizados (como la aplicación constante de maquillaje; verificar
periódicamente la apariencia en los espejos)
·
Perfeccionismo (sometiéndose a cirugía estética y realizar conductas
tales como hidratación y ejercicio excesivo con el objetivo de crear un cuerpo
ideal pero inalcanzable y reducir así la ansiedad).
Aplica te
Es importante estar bien con uno mismo, hay quienes dicen que nuestro
cuerpo no es perfecto, esto porque no tenemos del mismo tamaña un brazo que
otro, o porque una pierna es más corta que otra, en fin. Si nuestro cuerpo no
tiene esta simetría, por algo será,
además he leído un libro de un conocido cirujano plástico y después de más de
20 años de profesión y de operar a personas que no les gustaba cierta parte de
su cuerpo, este cirujano, se dio cuenta de que la belleza es una cuestión
interna, personal, y que a pesar de haber operado y mejorado a muchísimas
personas el médico se llama Maxwell Maltz y su libro se titula “Psico Cibernética”
por si les interesa.
Recuerda que si presentas alguno de los síntomas que liste, acércate a algún
psicólogo, plantéale tus dudas, seguro te ayudará.
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