martes, 11 de febrero de 2014

Del Amor y sus asegunes

Preludio

No podía dejar pasar esta fecha sin hacer referencia al tema.

Tengo la fortuna de dar clases en la Licenciatura en Psicología en un par materias, y a los alumnos, cuando les dejo lectura, les pido que más que hacer un resumen, o mapa conceptual, busquemos trascender la lectura y manifiesten lo que les hizo pensar, las dudas o las reflexiones que se detonaron al  leer. Considero que es más enriquecedor para todos, comentar esto que solamente decir: ...”en la lectura el autor dice...”  ¿y tú qué dices? Es lo que a mí me importa.

Despegue

Partiendo de este breve comentario,  trascendamos el tema.
Poetas, filósofos, religiosos, científicos y muchísimas personas más, se han dado a la tarea de compartir un aporte de lo que es el amor y el desamor. Muchos  -  o todos diría yo- han partido de lo que les ha tocado experimentar. Yo les comento que en algún momento de mi vida, consideraba que el amor no era más que una necesidad, basaba esta versión mía al decir, que el ser humano tiene la necesidad de amar y ser amado, de sentirse importante para alguien, de ser la motivación de alguien más. A esto le agregaba que –hablando del amor en pareja- es el deseo sexual es el principal motivador en este amor en pareja y que aunque nos gane el pudor, todos, -unos más conscientes que otros-, buscan tener una relación sexual, y claro, es parte de nuestra naturaleza, es gratificante, aunque no sé porque se ha decidido manipular, asustar, amenazar al ser humano si este quiere ejercer su vida sexual activa. Hay muchos intereses de por medio –creo- por eso algunos han tomado a la sexualidad humana por asalto y la han secuestrado.
Yo tenía una visión del amor, de un amor egoísta, centrado en mí mismo, mis necesidades, mis caprichos, mis intereses, mis, mis, mis. ¿Demasiado egoísmo? Tal vez, pero ese amor que no me interesaba compartirlo con nadie, era el que me satisfacía, me hacía sentir pleno. Por lo tanto, era mi visión del amor.

Pero todos sabemos –¿cómo lo sabemos?, no lo sé- que hay diferentes formas de amor. Para unos hasta lo categorizamos y decimos que hay amistad, cariño y amor. Siendo esté el más fuerte y la amistad un sentimiento con menos fuerza. De ahí que no demostramos de la misma manera nuestro amor a un amigo que a nuestra pareja o cambia de manera radical la manera en que expresamos el amor a un hijo que a nuestra madre. Y entonces así, vamos haciendo una diferencia entre las personas que nos rodean.

En este navegar, me encontré con algunos autores que hablaban del desamor, y que el amor no era más que una farsa, una necedad, era una idea creada por alguien más para someternos, para mantenernos controlados, embriagándonos de este sentimiento que nos lleva a la sinrazón, a los comportamientos viscerales, esos que atentan contra uno mismo, a las ideas y actos suicidas… a morir por amor.

Hubo otros personajes que leí, que decían que el amor no es más que un proceso cerebral, que vasta un estímulo que llegue a nuestro cerebro a través de la vista, el tacto, el gusto o cualquier otro sentido, para disparar una descarga de dopamina, serotonina, que mezcladas con otras sustancias, hacen que nuestro cuerpo, comience a experimentar los síntomas del amor.
Adentrarse en este mar de amores se corre el riesgo de perderse, pero ¿quién en la vida no ha perdido rumbo? Lo mencioné antes, yo era una persona que no creía o tenía –mejor dicho- una versión muy particular del amor. Pasaron algunas cosas para darme cuenta de algo, no sé si estaba equivocado, pero lo que si les puedo compartir es que cambió mi visión, cambió mi forma de entenderlo, de sentirlo.

Lo que sí me queda claro, es que el amor o la falta de este, genera una motivación o desmotivación en el Ser Humano. Por amor se han realizado grandes obras maestras, en todos los ámbitos, en la pintura, en la arquitectura, en la música. Como también, la falta de amor, ha llevado a la tragedia a quienes lo viven, a quienes lo sufren. Aunque muchos de ellos también hicieron por desamor grandes obras en la música, en la filosofía, en la pintura.

Aplica te


Quienes siguen este blog, saben que más que dar recetas, es compartir experiencias. Más que verdades absolutas y definitivas, es compartir la verdad vista desde este lado. Gracias a que conocí a una gran persona, comencé a ver el amor desde otro ángulo. Gracias Laura, por mostrarme que hay otra perspectiva del amor. A Génesis, que me ha enseñado el amor tierno, a mi familia y amigos que desde su lugar en el espacio me han mostrado otros lados de esto que llamamos amor. A todos y cada uno de ellos, ¡Los Amo! 

martes, 4 de febrero de 2014

El prejuicio más aprendido que heredado.

Preludio

Es en verdad interesante, como en una sociedad en donde la información se encuentra al alcance  de todos, aún siguen existiendo personas que basan y viven sus vidas con un montón de prejuicios, y lo peor es que lo que  están transmitiendo a sus hijos, amigos, etc. No es más que una visión equivocada del mundo y de la realidad.

Despegue

¿Qué es un prejuicio? Emitir una opinión y/o juicio de algo o alguien sin conocerlo. Así de sencillo lo definimos.  Y otra pregunta sería: ¿Es natural o inculcado? Y aprovecho para comentar que hay algunos teóricos de la personalidad humana en donde argumentan que la hostilidad es propia del ser humano, es como todavía traer arrastrando esa animalidad, actitudes muy primitivas que utilizaba el ser humano en su época prehistórica; que tiene que ver con cuestiones narcisistas o de vanidad y por lo tanto, es común que lo diferente cause cierto rechazo y hostilidad, incluso hay quienes propusieron una teoría de la aversión y justifican lo que acabo de mencionar.

Por otro lado hay quienes creemos –me incluyo- que el prejuicio es aprendido, que es en base a nuestras experiencias personales, mediante actitudes y la aceptación de estas actitudes por parte de la familia, de los profesores o los amigos. Y la aceptación de una actitud como el prejuicio es porque en ese sentido de pertenencia que tenemos los seres humanos puede justificarlo.

¿A quién le gusta ser excluido? A muy pocos, es más a nadie nos gusta que nos excluyan y esto puede llevar a que si nuestro grupo (llámese: familia, amigos, compañeros, etc.) nos pidan excluir a tal o cual persona o situación y muchas veces nosotros lo hacemos sin tomar una postura crítica, dejándonos llevar por la presión que ejerce el grupo.