La vida cambia y da un giro de
180° en un segundo, en un abrir y cerrar de ojos, los planes que se tenían pensados
se tienen que reestructurar.
Despegue
Apenas puedo creer que hace 368
días estábamos celebrando en familia el año nuevo, la cena, los amigos, los
abrazos y buenos deseos estaban por doquier, esperando que el 2017 nos
sorprendiera... ¡Vaya que nos sorprendió!
Estoy por darle vuelta a esta
hoja de los días de mi vida y me cuesta trabajo no volver la vista atrás y
recordar todo lo que en el año anterior me ha pasado.
El año 2017 lo voy a recordar
como el año en donde la vida me enseño la otra parte de su cara, esta parte
dura, difícil, cruda y dolorosa que no siempre queremos enfrentar.
Apenas si llevábamos escasos tres
días de enero de 2017 y a medio día en
punto, la vida me puso a trabajar en esta parte que no tenía considerada. La
muerte de mi papá, me hizo recordar la fragilidad humana, sentir el dolor, la incertidumbre, toda mi
frustración, el miedo terrible que me tomo entre sus manos y mientras intentaba
entender o asimilar para sacar fuerzas y no caerme, tuve que andar de aquí para
allá, corriendo con los trámites administrativos, apenas si pude consolar a mi
madre y mi hermana, puedo reconocer que
fui duro con ellas en esos momentos de mayor dolor. Nunca intenté aparentar que
no me doliera o que era “equilibrado” o mostrarme frio, solo hice lo que creí conveniente.
Fue un duro golpe que me propinó
la vida, me cimbro, hizo que se resquebrajara
una parte de mí, sin pena a decirlo puedo comentar que este golpe me agarró mal
parado y me tiró. Desde ese día, he tenido que venir levantando y tratando de
unir cada pedazo y ayudar a que mi madre y mi hermana puedan unir los suyos,
porque si a mí me tiró este golpe, a ellas creo que las noqueo. Pero por suerte
están de pie nuevamente.
Pero no solo fue en el plano
personal, también vimos y recordamos uno de los sucesos más impactantes de
nuestro país.
En este 2017 como hace 32 años, México vivió
nuevamente el golpe de la Naturaleza y lo sacudió desde sus centros; dejando a
muchas personas sin hogar, muchos desaparecidos y otros tantos muertos. Y con
la Voluntad de miles de manos que se solidarizaron con el otro, ayudaron a
quitar escombros, sacar cuerpos, llevar alimento, cobija y esperanza.
Demostrando nuevamente que con el apoyo de muchos, se pueden lograr grandes
cosas.
Aplica te
Tengo muchas cosas que quisera compartir, pero por alguna razón no me salen para escribirlas, quiero entender que es porque deben de ser solo para mí.
Pero lo que si puedo decir es que otra parte de la vida es esto: Construir, derrumbar, reconstruir y así sucesivamente, en ocasiones nosotros propiciaremos el derrumbe y en otras será parte del ciclo que debemos de cursar.
Si algo aprendí de lo que nos sucedió como país es que debenos de luchar, buscar mantenernos de pie aún cuando hemos caido, así es esto y así será.
Y pese a todo, mi país como su servidor... ¡Seguimos de pie! y es ¡En Pie de Lucha y con el Puño Arriba
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