Preludio
Lo que me motivo a escribir este
artículo es que tengo la oportunidad de colaborar para un colegio como profesor
de bachillerato y compartir con los jóvenes, -chavos, me es más familiar- en la materia de Psicología más que
conceptos, compartimos como podemos aplicar los conceptos psicológicos en
nuestra vida cotidiana, en el día a día. Claro está que hacen examen, -por si
lo dudaban- pero le damos más importancia a la investigación que ellos hacen,
al trabajo que desarrollan en clases y en casa, no están para saberlo, pero
hicieron un gran trabajo de factores de Riesgo en la adolescencia y métodos de
prevención muy buenos. En fin, vamos al tema.
En dicha clase, analizamos las
diferentes etapas del Ser Humano, desde la gestación hasta la vejez, pero
ahorita vamos conociendo la Vida Adulta.
Despegue
No relataré lo que comentamos en
clases porque no me alcanzaría el espacio, lo que si les puedo compartir es a
algunas reflexiones que hemos llegado juntos:
En la vida adulta, los Seres
Humanos dejamos de hacer muchas cosas por ocuparnos de otras, en ocasiones muy
importantes, en otras no tanto, el exceso de estrés, las preocupaciones por
pagar deudas, etc. Hacen que la Vida Adulta pueda parecer un monstruo cuando
realmente no es así, pero veamos que errores hay para que la Vida Adulta, pero
sobre todo, los Adultos, consideremos a esta etapa como una de las más
difíciles.
1°
error: Prohibido equivocarse. Este es el primer gran error que
cometemos los adultos con nosotros mismos, ¡No querer equivocarse! ¡Claro que
nos podemos y debemos equivocar! Es bien sabido que se nos educa a que una vez
que somos adultos no podemos ni debemos equivocarnos y eso está mal, muy mal,
porque antes que otra cosa somos seres humanos y algo que caracteriza al Ser
Humano es que se pueda equivocar para poder mejorar en eso en que se equivoco.
2° error: Dejar de disfrutar. Esto es bien común en las
personas que somos adultos, dejamos de disfrutar lo que hacemos porque
sencillamente lo vemos como una obligación, como algo a lo que estamos
obligados a llevar a cabo. Es decir, cuando iniciamos un trabajo, vamos con
toda la motivación, con toda la actitud, pero va pasando el tiempo aparece la
rutina y terminamos por ir a trabajar más por obligación que por satisfacción.
Así que dejemos de ver las cosas como obligaciones y mejor disfrutemos de lo
que hacemos, de con quién estamos, por una sencilla razón...Nosotros decidimos
esto, nadie más.
3° error: Quejarse de todo. Esto va muy de la mano con los
otros dos puntos que acabo de mencionar. ¿De qué nos quejamos los adultos? ¡De
todo! ¡Qué cara esta la vida! ¡Nadie entiende a los jóvenes! ¡Mi vida está
llena de problemas! ¡Estoy tan presionado por pagar...! y así un largo etc. Hay
mucho de que quejarse, pero lo importante es seguir en la obra, no dejar de
hacer, recordemos que las grandes cosas están hechas de pequeños detalles, un
ladrillo no es una casa, pero un conjunto de ladrillos hace una pared. Así que
a dejar de quejarse menos y hacer más.
Aplica te
No voy a pasarme enumerando los
errores de la Vida Adulta, y me voy a concretar a 2 cosas:
1.-Para los que somos adultos:
hay que tomarnos más relajada esta vida, ¡recuerden! Estamos en donde queríamos
estar y si no es el caso. ¡Golpe de timón! Vamos a buscar lo que en verdad nos
satisfaga. Trazamos un camino, una serie de metas cuando éramos jóvenes, pues
vamos a cumplirlas. Si por alguna razón tuvimos que dejarlas aún lado, pues
adelante, vamos a trazar otras. Esto no se acaba hasta que se acaba.
2.-Para los que hoy son
jóvenes. ¡Tranquilos! No se me angustien demás. Es cierto que les hemos
dibujado un tipo de Vida Adulta que espanta a cualquiera. Pero esto no es puro estrés,
pura negatividad, puras presiones y compromisos. ¡Claro que no! Sería muy
limitado. Hay tantas cosas bellas en la Vida Adulta y una de ellas es ver cómo
se van materializando esas metas en las que soñabas. Ves como efectivamente esos
sueños se van haciendo realidad. Ves como tu cuerpo deja de crecer para ahora
fortalecerse y tus capacidades están en todo su esplendor. Voy a cerrar este
comentario con un viejo eslogan de lo que alguna vez fue reino aventura...¡Tienes
que vivirlo!
Un especial saludo para quienes
motivaron este artículo...Andrea, Jocelyn, Benjamín Manuel y Antonio.
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