Preludio
Estas líneas están dedicadas a
todas aquellas personas que a pesar de su trabajo, de su desempeño y de sus
resultados, hay quienes no valoran este esfuerzo, trabajo y sacrificio, más
cuando todo esto que acabo de mencionar, son más que evidentes.
Despegue
Si cuesta trabajo aceptar que de todo hay en la viña del Señor, de acuerdo a como dice el dicho.
De las dos cosas que me divierten son: el futbol y los
toros, este último, recientemente. Y en base a estas dos maneras de distracción
las voy a utilizar para compartir con ustedes algunas reflexiones.
El futbol me gusta desde pequeño
en parte por mi padre y otra tanta por mí y aunque lo he practicado poco, es
uno de los deportes que me gusta, me distrae y me deja muchas enseñanzas como
esta. En meses pasados, me tocó ver como el técnico de mi equipo favorito,
Antonio Mohamed, había tenido una
temporada muy buena en resultados, llevaba al equipo en el liderato de la
tabla, los jugadores tenían un buen trabajo en equipo y a pesar de que tony Mohamed tomo al equipo con no todos
los jugadores que él hubiera querido y que cuando tomó este equipo venía de dejar
a su anterior técnico que lo había llevado al campeonato. Aun así, el turco, como también conocen en el medio
futbolístico a Antonio Mohamed, decidió tomar al equipo, implantar su propio
estilo, luchar por quitarse la terrible pero siempre recurrida comparación con
su antecesor. Sufrir y digo sufrir los embates de la prensa, las comparaciones
y en algunas ocasiones hasta comentarios
de periodistas que dejan mucho que desear. A pesar de todo esto y más porque
apenas tengo una leve idea de lo que se
vive al interior de los vestidores, pues no solo con el rival tiene que jugar un equipo del cual se esperan muchas cosas, sino también adentro del vestidor hay juego, con los egos, las motivaciones, las demotivaciones, las envidias, los proactivos, apáticos, en fin. Una serie de personalidades que el técnico tiene que armonizar primero para salir a la cancha como un equipo, para ganar este juego y así, lograr un campeonato. Y pues con todo esto, nuestro técnico, tuvo que echar mano de toda su inteligencia y creatividad para lograr su objetivo, 6 meses después de haber tomado al equipo, lo hace campeón de la liga. Todo era felicidad, la afición estaba identificada y contenta con la forma de juego que le había impreso Mohamed al equipo, todo apuntaba a que el América sería indiscutible campeón del futbol mejicano, pero previo a las finales, se comenzó a ventilar en los medios, una serie de infortunios y problemas al interior del vestidor entre algunos jugadores y su entrenador. Mucha era la información que circulaba, lo mismo que las especulaciones de los posibles porques de no solo el problema del técnico y algunos jugadores, sino hasta de la directiva ya incluida. Abreviaré y les comento que fue triste ver como el equipo y el técnico ganaban la final del futbol, convirtiéndose nuevamente en el campeón del futbol. Pero lo triste para mí fue ver como Antonio Mohamed brincaba de júbilo, abrazaba a sus jugadores, gritaba con los aficionados, pero de su directiva, de la gente de pantaloncillos largos, solo recibía una forzada felicitación y una sonrisa un tanto hipócrita. Días después de que la embriagues que trae el campeonato se convierte en cruda realidad, apareció en los medios la noticia que era un secreto a voces y que sólo era cuestión de tiempo para que surgiera: Antonio “el turco” Mohamed dejaba de ser técnico del equipo de futbol América FC. Rumores hubo muchos, argumentos pocos y poco conviencentes. La afición se molestó, los medios hablaban y hablaban del tema, pero la decisión estaba tomada.
vive al interior de los vestidores, pues no solo con el rival tiene que jugar un equipo del cual se esperan muchas cosas, sino también adentro del vestidor hay juego, con los egos, las motivaciones, las demotivaciones, las envidias, los proactivos, apáticos, en fin. Una serie de personalidades que el técnico tiene que armonizar primero para salir a la cancha como un equipo, para ganar este juego y así, lograr un campeonato. Y pues con todo esto, nuestro técnico, tuvo que echar mano de toda su inteligencia y creatividad para lograr su objetivo, 6 meses después de haber tomado al equipo, lo hace campeón de la liga. Todo era felicidad, la afición estaba identificada y contenta con la forma de juego que le había impreso Mohamed al equipo, todo apuntaba a que el América sería indiscutible campeón del futbol mejicano, pero previo a las finales, se comenzó a ventilar en los medios, una serie de infortunios y problemas al interior del vestidor entre algunos jugadores y su entrenador. Mucha era la información que circulaba, lo mismo que las especulaciones de los posibles porques de no solo el problema del técnico y algunos jugadores, sino hasta de la directiva ya incluida. Abreviaré y les comento que fue triste ver como el equipo y el técnico ganaban la final del futbol, convirtiéndose nuevamente en el campeón del futbol. Pero lo triste para mí fue ver como Antonio Mohamed brincaba de júbilo, abrazaba a sus jugadores, gritaba con los aficionados, pero de su directiva, de la gente de pantaloncillos largos, solo recibía una forzada felicitación y una sonrisa un tanto hipócrita. Días después de que la embriagues que trae el campeonato se convierte en cruda realidad, apareció en los medios la noticia que era un secreto a voces y que sólo era cuestión de tiempo para que surgiera: Antonio “el turco” Mohamed dejaba de ser técnico del equipo de futbol América FC. Rumores hubo muchos, argumentos pocos y poco conviencentes. La afición se molestó, los medios hablaban y hablaban del tema, pero la decisión estaba tomada.
En los toros pasó algo igual, que
si bien por cuestiones de tiempo y espacio pero sobre todo porque apenas soy un
villamelon en el tema. Les comentó
que un torero, Joselito Adame, hizo
toda una gran temporada en España y el año pasado fue uno de los triunfadores
en la Plaza México y que en donde se ha parado, ha sacado señores triunfos.
Como deben de saber, esto no ha sido obra de la casualidad, sino del esfuerzo,
el trabajo, la pasión que le imprime el torero a su arte, sino también a los
días de arduo entrenamiento, de trabajo fuerte, de sacrificios que hace tanto
en su vida personal para tener el éxito en su profesión, en su pasión.
Les
comento que fue el mismo tenor que nuestro técnico de futbol, no fue reconocido
por las autoridades de la Plaza de Toros más grande del mundo y la segunda más
importante, para el empresario o empresarios, el esfuerzo y los resultados que
tiene Joselito Adame, no le alcanzaron para estar en esta
temporada, y aunque la gente se cansó de pedirlo, la joven figura mejicana, no
brilló con su traje de luces en la Plaza.
Aplica te
Personalmente, me cuesta trabajo
aceptar y reconocer que sigue habiendo personas que se dejan llevar por sus
impulsos, que son capaces de perder toda objetividad y no darle el valor
adecuado a las personas ni a su esfuerzo, ni trabajo, su dedicación, su
sacrificio y sus logros.
Para que ellos,
cómodamente, con una mano en la cintura, echen en saco roto a una persona con
sus sueños, sus metas y sus logros. Me cuesta mucho trabajo asimilarlo, más
cuando sabes que estas personas dirigen o encabezan una institución, proyecto,
una empresa. Y como lo mencioné al inicio de
todo hay en la viña del Señor.
Para cerrar, en la película del Padrecito, Don Mario Moreno Cantinflas, el gran cómico mexicano,
comparado con Charles Chaplín, mencionó los
dichos de los viejtos, son evangelios chiquitos y el que no escucha consejo, no
llega a viejo. Por eso recuerden este dicho muy mexicano: el que obra mal, se le apesta el tamal.
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