Preludio
Si pensamos que una escalera está
diseñada para comunicar varios espacios situados a diferentes alturas. El
trayecto de la vida, es muy parecida a una escalera.
Despegue
Cuando iniciamos el transitar por
la escalera de la vida, vamos adquiriendo
diferentes técnicas para ir
subiendo. Escalón por escalón, paso a paso es la manera por la que comenzamos a
familiarizarnos con la escalera y su estructura. Vamos descubriendo capacidades
y habilidades que poseemos para ir ascendiendo.
Aprendemos a subir cada escalón
sin tropezarnos, mantener el equilibrio y seguir adelante.
Nuestra escalera no está sola,
hay mucha gente que también va formando parte del viaje. A cada paso que das
conoces personas, que van también subiendo esta escalera. Algunas te acompañan,
otras tantas se detienen junto a ti, caminan a tu ritmo para después acelerar
el paso e irse, otras tantas, deciden caminar más despacio y se van quedando.
Experiencias, formas de pensar y
sentimientos vamos atesorando y desechando en esta convivencia e interacción
que tenemos con más personas. Vamos experimentando los sabores y aromas de la
vida. ¿A qué te sabe el amor? ¿Cuál es el olor del miedo?
Muchas veces, nuestro caminar es
pausado sin ser lento, vamos escalando bajo nuestro propio ritmo, en otras
tantas, esos pasos se convierten en tremendas zancadas que vamos prácticamente corriendo
por la escalera.
No estamos exentos de
trastabillar y caer. ¡Caer lastima! deja moretones en nuestro cuerpo, otras
tantas lo rasga, exponiendo nuestra piel y la sangre se manifiesta. Pero no
solo duele la caída, también cuesta el esfuerzo de obligar a un cuerpo maltrecho
a que siga subiendo.
Muchas veces, esas caídas son
porque no hicimos la pausa adecuada en nuestra escalera. Te invito a que veas
la escalera más próxima que tengas y descubras el descanso, meseta o rellano
que también forma parta de la estructura.
Y es que aquí donde no ponemos la
atención debida. Muchas veces subestimamos este descanso y por lo tanto,
efectivamente, no nos damos este momento de reflexión, de analizar y ver lo que
hemos recorrido de la escalera, del esfuerzo que empleamos para ello. Las
personas que se quedaron, las que siguen o las que ya no están con nosotros.
Menospreciamos este momento y este espacio que nos invita a pensar y visualizar
lo que viene en el nuevo tramo de la escalera. En esta meseta la parada es
obligatoria porque así damos oportunidad a que nuestro cuerpo se recupere, los
músculos dejen la tensión con la que vienen trabajando para así dar paso a un
momento de tranquilizar también la mente, calmar los pensamientos y apaciguar
cualquier sentimiento que pueda desbordarse.
Tan acostumbrados estamos a no
realizar pausa alguna por miedo a convertirnos en seres perezosos o porque
simplemente, últimamente, no es tan
bien visto que las personas tengan estos momentos de paz. Hay una cultura de producir, no ser estático ni descansar,
porque más de uno pondría el grito en el cielo acusando de flojo, sinquehacer a quien se atreviera a esto. Pero claro que es
una total tontería, el Ser Humano necesita de paz, de tranquilidad, de
silenciar su cabeza de tantas voces que le gritan, impidiéndole escuchar su
propia voz, sus necesidades, lo que realmente se quiere y no lo que los demás
esperan que hagamos cada uno de nosotros.
El no hacer esta pausa, puede
traernos consecuencias fuetes y dolorosas, dado que hemos dejado de ver de donde
venimos y todo lo que tuvimos que hacer para saber en donde estamos y a donde
queremos llegar. Aprovechar este respiro que nos regala la vida no debe de
considerarse como un capricho, sino como una forma de re encontrarnos con
nosotros mismos, de ponernos en contacto con el Ser Supremo o La Madre
Naturaleza si lo prefieres, pero es necesario que busquemos estos momentos de
paz y descanso, ya que si está en nuestra intensión seguir subiendo hasta
niveles más altos, debemos de ir recuperados lo más que se pueda y así
enfrentar nuevos retos, más desafíos, habrá más tramos por recorrer, la altura
será más por lo que habremos de vencer el miedo al vértigo, a lo desconocido,
enfrentar lo que venga.
Si me preguntas como podemos
identificar cuando estamos frente a este descanso, te comparto que este
descanso lo encuentras al final del día, al final de la semana, del mes o del
año, este descanso está presente todo el tiempo, no tiene la misma dimensión el
descanso diario que el de fin de mes o de año. Aquí lo importante es que lo
usemos para retomar fuerzas para encarar el reto que trae el mañana.
Pensándolo retrospectivamente, el
destino era, entonces, una escalera de la que no podía suprimirse ni un
escalón. De no haber existido aquella escena, yo no hubiera podido subir.
Banana Yoshimoto
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