Preludio
«El último ser humano vivo lanzó la última
paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante, mismo supo que era
inmortal; porque la muerte sólo existe en la mirada del otro».
Alejandro Jodorowsky
Despegue
Es muy común
escuchar a ciertas personas cuando dejan
algún trabajo en una Institución ya sea pública o privada dentro de sus
palabras de despedida algo así como: Las
personas se van, pero se queda la Institución, todos somos transitorios y
alguien llegará a hacer lo que yo hacía y tal vez lo haga mejor. La mayoría
hemos escuchado esto.
Quiero mencionar,
que antes yo también coincidía con este discurso, por la simple y sencilla
razón de que todos tenemos un tiempo en el lugar en donde estamos y que es una buena forma de no generar un apego a las cosas y/o a
las personas. Pero ahora, por diversas situaciones en las que me he encontrado
en la vida, efectivamente las Instituciones se quedan, pero las personas
estamos obligadas a trascender, al menos eso debemos intentar.
Y menciono que
es lo que debemos intentar ya que si pensamos en la Institución sea cual sea,
nos exige principalmente a dar resultados y estos resultados pueden ser apoyados
por los compañeros de trabajo, sin los compañeros o a pesar de los compañeros
de trabajo. Nos van exigiendo cumplir metas, objetivos, excluir a quienes no se
apegan a las normas, a quien con una
pincelada de creatividad puedan violentar lo establecido por la Institución.
Muchas veces, encontramos que quienes encabezan la Institución no tiene la más mínima
idea de lo importante que son las relaciones humanas y que favoreciendo un
clima de interacción personal se pueden lograr los objetivos y las metas sin
poner en riesgo la integridad de la persona y sin que termines peleado con
todos sus compañeros, subordinados, homólogos, jefes, etc.
Es así pues,
como la Institución se va apropiando de nuestro Yo, utilizando un discurso
despersonalizado nos lleva a anteponer los intereses institucionales a costa de
lo que sea. Nos lleva a pisotear al otro, a no entender sus necesidades,
desconocer sus motivaciones o sus problemas, mientras que solo pensamos en
cumplir lo que la Institución nos demanda, nos urge, nos exige. Por lo que
muchos de nosotros llegamos a tomar actitudes como el egoísmo, la crítica o la
agresión.
Actitudes que si las analizamos, solamente bloquean nuestra relación
con las demás personas, nos alejan de ellas para convertirnos en seres
aislados, ensimismados deseosos de cumplir metas a costa de lo que sea.
Pudiéramos
pensar, ¿entonces el problema son las Instituciones? Considero que no, no son
las instituciones el problema, el punto de análisis aquí es, que no sabemos
anteponer las relaciones interpersonales, la subjetividad propia y del otro
ante las necesidades, obligaciones y responsabilidades de una Institución, de esta
manera y por lo tanto terminamos despersonalizándonos, viéndonos como seres sin
emociones, sentimientos, necesidades y no nos importa o nos importa poco el
otro. ¡Nos convertimos en autómatas, seres que solo vamos por metas,
resultados, sin cuidar la relación con las otras personas!
Hay quienes
estarán pensando: “yo voy a trabajar no
para tener amigos” o “mi caso no es buscar quien me comprenda o
que yo comprenda y entienda a alguien
más”. Y tiene toda la razón, solamente mi invitación es a no perder de
vista la relación que tenemos con las demás personas.
¿Te has puesto a
pensar que pasará contigo cuando tengas que dejar esa Institución? ¿Quiénes de
las personas que fueron tus compañeros de trabajo por cierta cantidad de tiempo
te buscarán para seguir en contacto una vez que hayas dejado la Institución?
¿Podrás contar con ellos cuando algún día los necesites? Esos que fueron tus
compañeros, ¿sentirán la confianza de llamarte si es que necesitan de tu ayuda?
Recordemos que en la vida, todos necesitamos de todos y no sabremos en que
momento, alguien nos pedirá ayuda o seamos nosotros quien la solicite.
Es por eso, que
mi invitación está a que así como te esfuerzas a diario en tu trabajo actual,
que dedicas tiempo –inclusive, horas extras- a cumplir con tus metas y
objetivos; también busques fortalecer las relaciones humanas con quienes te
rodean, no te pido que sean los mejores amigos, pero sí que puedas que hay un
ser humano frente a ti, con sus propias motivaciones y preocupaciones, que
algún día echaras de menos cuando alguno de los dos ya no este.
Aplica te
La Relación con
Otro Ser Humano es la que nos da el sentido de pertenencia; es el Otro quien
nos reconoce como tal; me atrevo a pensar que es en los ojos del Otro en donde
vemos reflejada nuestra existencia.
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