Nunca me he considerado una
persona que tenga la vida resuelta, constantemente tengo momentos en donde
reflexiono seriamente en lo que soy, en lo que llevo recorrido de este camino y
que tan contento o satisfecho me siento con lo que he venido transitando.
Ha tenido de todo esta aventura
de vivir, desde los momentos más bellos, más sublimes, hasta los más dolorosos,
los que te quiebran por dentro.
Continuamente estoy en esta búsqueda
de definirme, de encontrar mi esencia, lo que
soy y que de eso puedo compartir. Estoy lleno de dudas, pero también de
ganas de encontrar respuestas; muchas veces me contradigo y en mi andar he tenido
que regresar sobre mis pasos para retomar de nuevo el rumbo.
Aplico técnicas, acierto, fallo,
me levanto, caigo nuevamente; en ocasiones me quedo un rato ahí tumbado,
buscando el porqué caí. En otras, apenas si toco el suelo y como si tuviera un
resorte, ¡Pum! Estoy de vuelta de pie.
Soy las ganas de reír, de correr,
de besar, de soltar y volar o simplemente caminar. Disfruto la lluvia que te
atrapa en la calle, por eso salgo sin paraguas,
me divierte mojarme y tratar de huir –como si pudiera- para resguardarme
bajo el techo de una casa.
No tengo ni mis propias
respuestas y en ocasiones me fastidian que me pregunten. En ocasiones, me divierte estar entre la
gente, rodeado de palabras y pensamientos. Otras tantas me fascina solamente
escucharme, entender mis pensamientos y sentir lo que necesita mi cuerpo.
En unas cosas soy determinado, casi
obstinado; otras tantas, me divierten
los intentos. Pensé que nunca tomaría café; hoy necesito tres diarios. Probé y
adoro el mate, pero nada se compara con el rico chocolate. Es la cerveza, el
vino un buen puro lo que a veces disfruto, me deleitan las conversaciones, disfruto
igual, donde en otras solo escucho.
Voy a pie, camino despacio, algún
día he de llegar a mi destino; confieso que soy de los que sigue confiando, que
una sonrisa cambia el destino.
Hoy no hay preludio, un remate,
ni un aplica te. Hoy solo comparto
una serie de reflexiones, porque hoy en esta noche me destruyo, pero mañana,
-si es que el Ser Supremo me permite-
muy temprano y en la ducha, me
construyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario