Preludio
“Sólo soy una persona si me relaciono
con una persona”. Martin Buber
“El hecho fundamental de la existencia
del hombre, es el hombre con el hombre”. Martín Buber
Despegue
Hoy
en día abundan los motivadores personales, administradores, contadores,
ingenieros, médicos, psicólogos o solamente personas que tomaron un curso de coaching, desarrollo humano o en el
mejor de los casos, fueron a un taller de motivación, tanatología, superación
etc. Están recorriendo el país dando pláticas y conferencias sobre estos temas.
Nos comparten su enfoque, sus puntos de vista, su juicios y en ocasiones
prejuicios de lo que es la Motivación, la Autorrealización, la Felicidad, el Crecimiento
Personal y un largo etcétera.
Las
charlas o conferencias de estos temas que he tenido oportunidad de escuchar, y
reflexionando sobre lo que escuchado pareciera que el enfoque en el cual se
basa la gran mayoría es en que para llegar a la Autorrealización, la Superación
Personal, la Motivación, etc. Es que lo tienes que hacer desde un punto de
vista muy individual, en donde –dicho por algunas de estas personas- primero
estas tú, después tú y hasta el último tú. Alguno de estos conferencistas han
terminado con esta solo frase
traída de la sabiduría popular: “No
puedes dar a otro lo que no tienes para ti mismo”
Ahora
viene lo que personalmente considero de acuerdo a lo que conozco de la
Psicología Social. Ya he comentado que el Ser Humano tiene el instinto
gregario. Este Instinto es aquel que nos lleva a estar en grupo, en sociedad;
no solo para satisfacer nuestras necesidades básicas, sino también para poder
crear la cultura, la ideología e idiosincrasia que tiene cada sociedad, que da
identidad a cada pueblo.
Nos podemos percatar que si el Ser Humano trabaja en
colectivo puede lograr muchos objetivos, puede tener más metas cumplidas,
incluyendo la Autorrealización.
Puntualizaré
esto. Cada persona es diferente, cada quien tenemos nuestras propias
motivaciones, nuestros propios sueños, metas, objetivos, así como problemas,
preocupaciones, temores, y mucho más. Si nos centramos a cubrir solamente
nuestra meta, es probable que si lo logremos, pero lo hagamos sin tomar en
cuenta las necesidades del otro. Esto nos puede llevar a que pasemos por encima
de los intereses de los demás, no hagamos caso de los temores o de las
preocupaciones que tiene la gente que nos rodea, todo por estar enfocados a ir
a nuestra Autorrealización.
¿Y si
volteamos a ver a quienes nos rodean? Les compartiré un ejemplo de la vida
cotidiana. Imaginen a David, un tipo que está en busca de su autorrealización,
tiene un trabajo próspero, un buen hogar, del coche no se puede quejar, si bien
no es un carro del año, tampoco es uno con muchas décadas de vida. David llega
al banco, hace una fila que le lleva más o menos 15 minutos hasta llegar a la
caja, -esto ya desesperó a David y piensa “que
mal gerente, debería de buscar una estrategia para agilizar la fila”- cuando
por fin llega a la caja, encuentra a una señorita la cual su semblante no es
muy agradable y no hablamos de la belleza de la cajera, sino que va retrasada
en su almuerzo, debido a que el sistema bancario estaba lento, no ha podido
desayunar algo y eso le produce un leve dolor de cabeza. ¿Quién puede estar con
una sonrisa cuando mueres por probar bocado y encima traes un dolor de cabeza?
Mientras tanto, David, al ver la expresión de la chica no puede dejar de pensar
y decirse para si: “esta chica parece que no disfruta su empleo, debería buscar
uno en donde se sienta realizada” ¿Se
dan cuenta como David, sin conocer el contexto ya esta emitiendo un prejuicio
de lo que percibe con sus ojos? Por lo tanto, como la cajera apenas si le
sonrió a David, este, ni la sonrisa le devuelve, “ni en mi casa tolera las malas caras”. Sale del banco y ve como el
gerente trata de explicar el uso de la tarjeta a un anciano que se hizo
acreedor a un apoyo gubernamental. Nuestro David vuelve a decirse para sí: “que
tipo tan mal organizado, no sé como esta en ese puesto de gerente, tal vez es
amigo de algún jefe”. David se va sintiendo pena por esa gente, pobres –piensa- son personas frustradas, será difícil que lleguen a autorrealizarse.
No
voy a relatar el día de nuestro amigo David, solo hice este pequeño ejercicio
precisamente para ejemplificar
¿Qué
pasaría si David, en lugar de juzgar la falta de organización del gerente del
banco, se limitara a dar una sonrisa a la cajera? David no puede ayudar en la
operatividad del lugar, pero si puede al menos hacer dos cosas. Evitar
prejuzgar y tratar de ayudar al menos con una actitud mejor al personal del
banco que se encuentra en apuros.
Es a
esto a donde quiero llegar, a que nos pongamos a pensar en los demás, en como
podemos ayudar a cubrir las necesidades del otro, no pensemos solo en que
tenemos que prestar o dar dinero, que estamos obligados a darle una camisa a quien no tiene. Mi objetivo es que
nos centremos a las necesidades de otro tipo: las emocionales por ejemplo. Si
nos enfocamos a resaltar más los aciertos que los errores, si hacemos notar en
público las virtudes y no los defectos. Entonces tal vez las cosas comenzarán a
cambiar.
Si
en lugar de estar esperando a que Papá gobierno venga a resolver los problemas
que nos aquejan, como hasta hoy, seguiremos esperando. Es necesario que las
personas nos comencemos a organizar, en comités, ligas, falanges, asociaciones
civiles, grupos de apoyo o como le quieran llamar para que juntos podamos
lograr más cosas. Si seguimos en el camino de la individualidad muy poco vamos
a lograr y es más fácil que entre la apatía y el pesimismo a que si estamos
unidos, podemos motivar, alentar o a no dejarse caer a quien se sienta derrotado,
sin fuerza, apático.
Aplica te
Hoy
más que nunca, nos necesitamos a todos, está más que demostrado que es
necesaria la participación de todos los que conformamos la familia y la
sociedad.
Aunque el modelo y la tendencia nos estén llevando a la
individualización, al egoísmo, al aislamiento. Ahora más que nunca ¡Nos
necesitamos a todos!
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